Desde hace un tiempo, Gustavo no aparece por el instituto, se encierra en su habitación y mantiene una actitud hostil. Solo cuando su madre, una mujer de vida aparentemente tranquila, asuma la cruda realidad y la profunda crisis que atraviesa su familia ―un matrimonio que se viene abajo, un hijo drogadicto...―, podrá reunir fuerzas para luchar e intentar evitar el desastre. Ricardo Alcántara aborda en El aguijón del diablo el delicado tema de las drogas.