Este cuento se desarrolla en el continente africano durante los días soleados de la primavera, en los cuales, cebras y caballos emprenden un viaje lleno de aprendizaje, que cultivará la unidad entre ellos.
A través de esta aventura, se trasmite un mensaje de humildad, empatía y solidaridad. Una historia de amistad entre dos madres y sus respectivos hijos, una cebra (Rayo) y un caballo (Lazlos), que juntos descubrirán el sentido de comunidad y la importancia del respeto y la inclusión.