Aurora Ríos es invisible para casi todos. Los acontecimientos del pasado han hecho que se aísle del mundo y que apenas se relacione. A sus diecisiete años, no tiene amigos y está harta de que hablen a sus espaldas. Una noche, su madre no la encuentra en casa cuando regresa del trabajo. No es lo habitual. Aurora aparece muerta a la mañana siguiente en el vestuario de su instituto, el Rubén Darío. Tiene un golpe en la cabeza y han dejado una brújula junto a su cuerpo.