La acción de la novela se inicia en los meses que preceden al temporal San Felipe en el 1928. El autor abarca, como trasfondo verídico, un periodo crucial en la historia de Puerto Rico. Se trata de una intensa y humana tragedia de amor: amor de Pirulo por Lita, por su tierra, por la humanidad doliente puertorriqueña que busca agónicamente un sentido a su vida, un destino digno hacia el cual elevar su recóndita fe colectiva, su angustiada y última esperanza