Este libro de Gabriel García Márquez no fue concebido para serlo. Más que un texto literario, es el ejemplo de un excelente reportaje, de un periodismo auténtico.
La historia de esta aventura fue publicada por entregas en El espectador de Bogotá. El 28 de febrero de 1955, se conoció la noticia de que ocho miembros de la tripulación de un destructor de la Marina de Guerra de Colombia habían caido al agua y desaparecido a causa de una tormenta en el mar Caribe. De los ocho sólo sobrevivió Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber…