Hay pequeños rincones capaces de cautivar por su belleza encantadora. No se trata de buscar la grandiosidad de un momento sin igual, sino de dejarse sorprender y enamorar por la sutil evocación de un rincón desconocido que sin embargo es capaz de despertar todas nuestras emociones. Todos aquellos rincones que tanto nos gustaría pasear y que parecen pertenecer al mundo de nuestros sueños, habitarán para siempre en nuestro interior después de llenarlos de vida y color.